El Sr. Tous estaba viviendo y/o recreando un ancestral proceso. El vivir con la enfermedad, o mejor, el vivir la enfermedad, haciéndola propia, construyendo una arquitectura viva que incluye el proceso dinámico del enfermar. El Sr. Tous de ahora, ya no era el que conocí. El Sr. Tous actual incluía de forma inseparable su enfermedad, constituían ambos una unidad. No se podrían entender aisladamente la naturaleza de la enfermedad y el Sr. Tous por el otro. Él lo sabía, y asumía su nueva identidad, no rechazando al nuevo sí mismo, sino utilizándolo para construir algo nuevo que fuese positivo ¡Qué proceso más largo y duro! Conocerse distinto en cada momento y reconocerse. Y en el momento siguiente asimilar lo que de nuevo es presente y utilizarlo para reconstruirse de forma positiva. Y así sin cesar. Y sigue la pendiente hacia abajo, que representa la enfermedad, convirtiéndola en una pendiente hacia arriba en cuanto al crecimiento complejo de la humanidad que nos inunda a todos. El Sr. Tous nos remitía con facilidad a todos los que le rodeábamos, a una esfera de conciencia colectiva, donde los procesos individuales se desdibujan, perdiéndose la noción de pertenencia, y donde el sufrimiento y el crecer se reparte entre todos. Todos enfermamos, todos crecemos.
Fragmento de "El Sr. Tous", Enrique Oller año 2001
1 comentario:
Hola Enric! soy Gerard el loco... enamorado de la vida. Me gusta mucho tu blok, je, je para pasr un buen rato, y me hace mucha ilusión dejarte un mensajito ¿Qué tal hombre tántriko? hecho de menos a todo el grupo, pero ya nos veremos. Un abrazo para ti y para los que ames. G.
Publicar un comentario