Cada vez que recuperamos un recuerdo lo contextualizamos, y lo guardamos de nuevo algo modificado. De esta manera al cabo de un tiempo de repetir la operación, el recuerdo actual se parece menos al recuerdo inicial. Es como si a una estrella le saliese una cola que puede tener un brillo y prestancia mayor que ella misma. Y del recuerdo inicial, queda eso, un recuerdo.
Por eso las autobiografías son siempre distintas, no sólo por que se evalúan los hechos de forma diferente, sino por que los mismo hechos se recuerdan diferentes.
¿Y qué queda de todo ello? Un pensamiento sutil, acuoso y huidizo.
1 comentario:
Enric, me gusta mucho tu idea, es evidente que tienes "algo", te felicito.
"Caminante no hay camino se hace camino al andar, si el recuerdo no se desplaza en el tiempo, es que la persona no se ha movido, no ha crecido, no ve la situacion vivida con la nueva prespectiva de su evolución tanto natural como intelectual, no solo se pueden modificar de cierto modo los hechos sino incluso el porque de los mismos ".
Ramón - un abrazo -
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