lunes, mayo 29, 2006
Jardín Bóboli
Pasear por estos jardines traslada a varios mundos, todos distintos, todos el mismo. Inmensos robles cuadricentenarios, tilos, cedros, todos vetustos y renacidos por las manos de cientos de jardineros que desde hace más de cuatro siglos los cuidan. Cuidar, mantener la belleza del equilibrio entre la naturaleza caótica y ordenada, y el hábito creativo ordenado y caótico del hombre. Belleza en ese equilibrio inestable, mantenida con el esfuerzo a través de múltiples generaciones. Emoción embargada de gratitud, a los hombres y mujeres que lo han hecho posible, y a la naturaleza que lo sostuvo.
Pasear por esos jardines expande la gratitud también a todos aquellos amigos que nos han ayudado a percibir esta tanta belleza que nos rodea, esta belleza tanta de la que somos parte, la belleza en el devenir y el renacer, y esta belleza también que se ubica en ese punto esquivo del aquí y ahora.
Para Madhu y Emilio. Gracias.
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