jueves, abril 20, 2006

Síntesis

¡Qué tendencia a dejar los asuntos sintetizados! ¡Qué necesidad imperiosa de encerrarlos enteros en una caja pequeña de una o pocas palabras! Incluso al morir sintetizamos la vida: ¡Culminó sus objetivos! ¡Escribió un libro! ¡Plantó un árbol! Y qué decir de las emociones, sobre todo si de la tristeza se trata. La síntesis de lo que nos ha llevado a ella parece que una vez conseguida, nos liberará precisamente de ella, la tristeza. ¿Y si fuera más cierto o más humanamente verdadera la desconsolada y nunca acabada llorera de las plañideras, aún sabiendo que es teatro?

Sintetizar es una manía, obsesiva, y como tal obsesión nos produce ansiedad, obligando a acabar las cosas, y cerrarlas. Ese reduccionismo constante nos impide ver y vivir la amplitud del escenario de la vida.

Y si no es cierto, valga este escrito, que mientras lo hice (sintéticamente) me perdí el paso del aire primaveral por mi ventana.

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