martes, diciembre 19, 2017

NADALA 2017






Mi Belén en los años cincuenta



Hem bastit el pessebre en un angle
del menjador, sobre una taula vella,
el pessebre mateix de cada any
amb la mula i el bou i l'Infant
i els tres Reis i l'estrella.
Hem obert innombrables camins,
tots d'adreça a la Cova,
amb correus de vells pelegrins
–tots nosaltres– atents a l'auster caminar de la prova.
I en la nit del misteri hem cantat
les antiguas cançons
de la mula i el bou i l'Infant i els tres Reis i l'estrella.
I oferíem la nit amb els ulls i les mans.
I cantàvem molt baix, amb vergonya potser de saber-nos
germans
de l'Infant i de tots en la nit de la gran meravella.


Paraules al vent
Miquel Martí i Pol (1951-1953)



Miquel Martí i Pol, con su profundidad poética, nos acompañó a Mariona y a mí durante veinticuatro años. Este año, que ella ya no está, los he recordado con cariño.

El sol no se puso. Éramos nosotros que girábamos y girábamos y hacíamos nacer el día, la noche y el tiempo.



viernes, diciembre 01, 2017

El tono



Objetos, reflejos y sombras 
en nuestra primera casa
Mariona in memoriam

Es el tono la profundidad poética que se consigue tras liberar –no sin esfuerzo– las cargas cotidianas y las angustias por el sobrevivir. Es aquella sensación surgida cuando se afronta el blanco, ese que rebosa de vacío y ciega; es aquella alucinación ante lo no acontecido y, también, es el estremecimiento cuando el tiempo, bajo cualquier excusa, se va y no vuelve. Entonces sólo queda él, el tono, nada más, un silencio reposado sobre una sola nota resonante, continua e invariable.

Después, los que habrán sobrevivido, en aquél momento, y sólo en él, podrán y deberán realizar una interpretación; una interpretación sujeta a la subjetividad del instante y que, cuánto más poética y más ensoñada sea, sabrá discernir mejor aquello que hubo de real una vez trascendidas las palabras y los hechos del pasado.

Mi dibujo sobre papel de arroz con tinta china que hice para Mariona, 1978


He añadido tres imágenes de hace casi cuarenta años que han permanecido reposando en mí. Objetos, sombras, reflejos, líneas entrecruzadas en busca de algún significado y una mirada azabache e hiriente. Un tono que viene de lejos, que resuena remoto y, por ser tan alejado y recobrado, adquiere ahora su mayor dimensión. Claro, una dimensión personal y no decible; tal es esa añorada ausencia de signos y de cualquier sintaxis.


Mirábamos 

Nota: En recuerdo de Mariona. Durante veinticuatro años hicimos el camino juntos y tuvimos dos hijas, Mar y Gina. Ayer, 30 de noviembre, nos dejó frente a un tiempo interrumpido.