domingo, abril 08, 2007

Ruido de Fondo


Otra vez el ruido de fondo. Me gustó la idea.
El ruido de fondo, aunque no nos lo parezca, no es personal. Es colectivo. Todos participamos de él. Constituye un nexo de unión, de tal manera que las distintas comunidades participan de una misma modalidad de ruido, ahí, al fondo. Cada individuo, en su particularidad, deja emerger diferentes ideas, y también de forma consecuente diferentes actos, y también actitudes que son, o están, emparentadas con las personas que le envuelven familiar o culturalmente.
De hecho todos somos expresiones emparentadas de un mismo sustrato.

En cada uno de nosotros (y también se puede decir de nuestra sociedad), el ruido de fondo queda más a la vista cuanto menos complejo el procesamiento mental, el acervo cultural. Los impulsos naturales y entre ellos de forma especial la violencia, se hacen más manifiestos. Así, la violencia se desplaza como un magma subterráneo y emerge en el mismo individuo o en otro, siendo éste último el brazo ejecutor de la violencia del primero.

De igual manera, cuando entramos en el silencio monacal, al acoplarnos al ruido de fondo de aquella comunidad, nos invade una sensación de paz.

El año pasado reeditaron “La Función del Orgasmo” de W. Raich. Después de 30 años, me lo volví a comprar.
El orgasmo para momentáneamente el ruido de fondo. Hace como un Reset. Luego, cuando se vuelve a poner en marcha el sistema, el ruido de fondo está algo menos alborotado. Es como la meditación Zen, que llega a apartar el ruido de fondo por un momento. Como el orgasmo integrativo, el Zen nos pone en condiciones más pacíficas.

Tanto el amor como la paz requieren un aporte de energía muy alto, y tanto el uno como el otro son quebradizos, desequilibrables. Sólo una voluntad tenaz consigue construir algo sobre ese ruido de fondo naturalmente violento.
El Amor y la Paz se asientan sobre un violento volcán.

Foto: Víctor mirando al fondo la Bibliothek,1999 de A. Gursky en National Galerie in Hamburger Bahnhof, Berlin. En el reflejo del cristal estoy yo.

No hay comentarios: